Rodas: «Detrás de la obra de Correa hay un asalto al país»

Rodas: «Detrás de la obra de Correa hay un asalto al país»

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Diario El Telégrafo. Carla Maldonado – 02 de febrero de 2020

Para Rodas, el populismo corrupto tuvo la capacidad de insertarse en algunos sectores de la sociedad y generó la idea de que favoreció algunas de sus necesidades. Es un reconocido historiador, docente y militante de la Partido Socialista.

Germán Rodas Chaves, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA), conversó con EL TELÉGRAFO sobre la corrupción de la década correísta. La audiencia de juicio contra Rafael C. por el caso de corrupción Sobornos se aplazó para el próximo 3 de febrero.

¿Le parece que por fin actúa la justicia?

Ojalá comience a actuar así como se debe porque hay algunos temas que han quedado represados y otros como el de Jorge Glas, a quien sentenciaron por asociación ilícita cuando lo adecuado era por peculado. Esperemos que las cosas comiencen a marchar bien en la perspectiva de sancionar a los causantes de la debacle nacional y de la corrupción en el país. ¿Usted cree que una parte de la justicia todavía está tomada por el expresidente? Pienso que en la Fiscalía todavía hay rezagos del gobierno anterior que dificultan las cosas. De todas maneras este es un primer juicio contra Correa, quien tiene otros en los que estaba involucrado. Creo que tarde o temprano habrá que hacer justicia en el país frente a tanta corrupción en el gobierno pasado.

¿Cuál es la explicación a tanta corrupción?

El expresidente y su grupo construyeron una maquinaria con la finalidad de permanecer en el poder. Utilizaron los recursos del Estado para beneficio personal y no tuvieron ninguna actitud de conciencia frente a la crisis económica y social del país. Tampoco tenían convicciones ideológicas. Ellos dijeron que tenían conciencia social sin tener posiciones de izquierda. Utilizaron los eslóganes de la izquierda para confundir a la gente y luego vino el asalto porque estaban relacionados con algunos sectores empresariales y comerciales. Y, por último, con gente que estaba vinculada a la construcción. Para ellos la obra pública fue una forma de dotarse de recursos en beneficio propio.

¿Cuántos casos ha destapado la Comisión Nacional Anticorrupción?

Hemos presentado 17 casos ante la Fiscalía, el primero fue el de Manduriacu. También hemos puesto en conocimiento de la Contraloría y del Servicios de Rentas Internas (SRI) una docena de casos gravísimos: Caminosca, Refinería del Pacífico, helicópteros Dhruv, el de los medicamentos y de los insumos vendidos a la red pública de salud de manera inadecuada. Ustedes denunciaron el caso de la reconstrucción de Manabí después del terremoto. Eso lo denunciamos con la CNA, capítulo Manabí, y es uno de los más importantes por su magnitud. Hay por lo menos 3.500 millones de dólares que se entregaron para la “reconstrucción”; 1.700 millones provienen del esfuerzo del país mediante los impuestos y otras formas de entregar dinero, a través del Estado para esa “reconstrucción”; 800 millones provienen de donaciones y 1.000 millones de préstamos y de dinero que llegó de China. Pero aquí se hizo una distribución al ojo, a dedo de los contratos de manera inadecuada. Además, no atendieron los requerimientos sociales fundamentales de la provincia. El exjefe de la reconstrucción Carlos Bernal está fugado del país, hoy han puesto a otra persona para que maneje los saldos que han quedado pendientes. Pero esta fue una forma de asaltar la tragedia y el dolor  de este pueblo. Fue un tema muy grave que debe ser sancionado de manera urgente por parte de las autoridades.

¿Qué pasó con el caso de los sobreprecios de medicamentos en la red pública de salud que ustedes denunciaron?

Provocó un escándalo nacional y lograron parar esa contratación. Demostramos  que en el período 2016 y 2018, por ejemplo, en el Hospital Teodoro Maldonado Carbo y en Los Ceibos se compraban medicamentos e insumos con un sistema de convenios de pago (241 en total) que seleccionaba a  determinados proveedores. Ellos eran gente que no tenían ningún registro sanitario, eran vendedores de hamburguesas, de salchipapas, de ferreterías. Había jóvenes que estudiaban en primer año de alguna universidad en Quito. Es decir, gente que de pronto entregaba medicamentos e insumos y sin ninguna relación de los requerimientos reales para esas ventas. Tengo un sueño:  que se convoque a nuevos concursos para la dirección del hospital porque la red sigue funcionando. Estas personas comienzan a ganar un concurso para proveer de medicamentos a los hospitales de Quito, a través de subasta inversa. Esto es gravísimo. La Ministra de Salud no se ha pronunciado sobre esto.

¿Por qué cree que no son tan largos los tiempos de la justicia para sancionar los casos de corrupción?

Es un problema estructural, hay falta de personal adecuado para avanzar en este tema. Por eso, con la CNA propusimos crear las fiscalías anticorrupción en todo el país, que estén dedicadas al tema. Además,   todavía hay personal de justicia del régimen anterior que da vueltas a los temas de corrupción. De tal suerte que la justicia se vuelve lenta y acomodada en función de los intereses políticos. Aunque hay voluntad de las cabezas de estas funciones, como la Fiscal o la presidenta de la Judicatura, existe un engranaje que no da agilidad.  Sin embargo, la Judicatura hizo un proceso de evaluación en la Corte Nacional.

¿Cómo entender que frente a tanta corrupción hay ecuatorianos que votarían nuevamente por el expresidente?

Pienso que la gente no está adecuadamente informada y  el tema de la corrupción ha sido manejado de manera inadecuada por muchos sectores. También ha quedado esa percepción de que no importa que se lleven dinero con tal de que hagan obras. El populismo corrupto tuvo la capacidad de insertarse en algunos sectores sociales y generó esta circunstancia de favorecer a algún requerimiento de la sociedad. Eso dejó la sensación de que se podrían mejorar las cosas a mediano plazo con esa misma perspectiva de hacer obra. Pero la gente debe comprender que detrás de la obra del exgobierno hay un asalto al país.

¿Cuál es el daño que le hace la corrupción a la democracia de un país?

Los corruptos, a través del sistema electoral, cooptaron a personas con la finalidad de llegar al poder. Y ellos estaban obligados a darles obras. Por ejemplo, en el caso Odebrecht durante toda su permanencia en Ecuador  logró tener obras por 6.000 millones de dólares, con sobreprecios. Ese es un mecanismo perverso que destruye la democracia. Los candidatos pasan a ser empleados de los intereses económicos de este tipo de empresas y la democracia se afecta en forma estructural.

¿Cuánto cuenta la institucionalidad de un país para evitar este flagelo?

La participación de la sociedad civil se vuelve importante para enfrentar a un Estado en su comportamiento corrupto.  La institucionalidad estaba dañada en el anterior período y eso fue aprovechado. La gente piensa que la institucionalidad es etérea, pero no sabe que el dinero de la corrupción podría ir a vivienda.

¿Cómo explicar esto a los ciudadanos?

Es necesario decirles que en el período anterior se llevaron un monto igual al del PGE, alrededor de 40.000 y 45.000 millones de dólares. Si solo se recaudara más de un 10% de ese monto que se llevaron  no tendríamos la crisis fiscal. La gente debe comprender que ese dinero es suyo y que ha sido asaltada. Es necesario también cambiar los paradigmas de vida, es decir, los ciudadanos debemos medir nuestra propia vida personal en otros niveles. No  debería interesar tener cinco casas, cuatro carros, piscinas y hacer viajes de fin de semana fuera del país. Creo que hay que vivir con dignidad, mejorando las condiciones de la gente, pero no vivir una ficción. Esto requiere de un cambio de conducta de los ciudadanos y el sistema educativo debe jugar un rol muy importante en recuperar la ética.

¿Cuál es el rol de la CNA y de sus filiales en 17 provincias del país?

Intentamos llegar a la sociedad no solamente para denunciar, sino para intentar acciones preventivas de lucha contra la corrupción. Acciones en relación con las universidades para tener formación en valores. La educación en valores desde pequeños se vuelve indispensable. También debemos aprender a designar a buenos candidatos, probos, para los cargos públicos, eso es fundamental en la prevención de la corrupción. Hasta ahora recuerdo el doctor Juan Isaac Lovato, quien fue vocal del Tribunal Supremo Electoral. Él devolvió los dineros que no utilizó y eso fue una noticia periodística enorme.

Publicación en El Telégrafo: http://tinyurl.com/rckaute