Gayraud, el médico francés que hizo la autopsia a García Moreno

Gayraud, el médico francés que hizo la autopsia a García Moreno

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Artículo de Germán Rodas Chaves para Diario El Comercio

06 de agosto de 2016

Gabriel García Moreno permaneció en París entre 1855 y 1856. No cabe la menor duda de que, a más de su cercanía al pensamiento cientificista europeo del periodo, estuvo muy próximo al contexto histórico y político del país galo con la presencia en el poder de Luis Napoleón Bonaparte quien, luego de ser electo abrumadoramente como Jefe de la República en 1848, transitó desde un modelo democrático-electoral-plebiscitario hasta proclamarse, en 1852, emperador Napoleón Tercero, en medio de una política ascendentemente autoritaria, arbitraria y antidemocrática que dejó de lado todo vestigio del republicanismo liberal francés.

Con estos antecedentes, García Moreno retornó al Ecuador para reiniciar su actividad pública. En 1857 fue designado Rector de la Universidad, donde fundó las cátedras de Química y Ciencias Exactas. Luego, en su primer Gobierno (1861 a 1865) se preocupó por impulsar las facultades de Filosofía y Literatura; Ciencias; Jurisprudencia; Medicina y Farmacia y Teología. 


Empero, fue en su segunda Presidencia (1869-1875) cuando propició reformas a la educación, incluida la universitaria. Fueron los tiempos de la clausura de la Universidad -por ser, a criterio del Mandatario, un “foco de perversión”- y de la creación de la Escuela Politécnica. La clausura de la Universidad, el 13 de febrero de 1869, dejó en pie tan solo a las facultades de Jurisprudencia y Medicina. La formación tecnocrática y cientificista -en muchos casos en manos de sectores clericales- marcó en estos años al régimen garciano. 


Respecto de la Facultad de Medicina, hubo reformas de importancia que se pusieron en marcha. Aquello fue posible porque el gobierno garciano contrató, en 1873, al cirujano francés Esteban Gayraud, catedrático de la Universidad de Montpellier. La finalidad era que el médico dirigiera la Facultad de Medicina, en condición de Decano, y organizara la formación de los estudiantes en cirugía y anatomía.

A este periodo, en la historia del pensamiento médico ecuatoriano, corresponde el inicio de la medicina anatomo-clínica.
Una vez que Gayraud se instaló en Quito, luego de comprar en París, con la autorización del Presidente, el material didáctico y bibliográfico indispensable para la enseñanza de la anatomía y la cirugía, solicitó que se contratara, también, al médico francés Domingo Domec, quien llegó en mayo de 1874 para hacerse cargo de la cátedra de anatomía. 


Posteriormente, los dos médicos franceses interesaron a García Moreno respecto de la necesidad de construir un anfiteatro para los estudios prácticos de anatomía, lo cual efectivamente permitió que se lo edificara al lado del Hospital San Juan de Dios, siguiendo los planos que el propio Gayraud había proporcionado. 


Gayraud, luego, fue quien interesó al Presidente en edificar una estructura adecuada para que funcionara la Facultad de Medicina. Esta iniciativa ya no se llevó a cabo, pues ocurrió el crimen político en contra de García Moreno, después de cuya muerte -un par de meses posteriores a tal suceso- Gayraud retornó a su país. El médico Domec, a contrapelo y por pedido de Gayraud, fue nombrado por el Vicepresidente Francisco Javier León como titular de la cátedra de cirugía de la Facultad de Medicina debido a lo cual -y también a causa de haberse casado en el país- permaneció en el Ecuador un tiempo adicional antes de viajar a París. 

Años más tarde regresó al país, en donde falleció en 1884. 
El día en que se produjo el atentado en contra de García Moreno, correspondió a los dos médicos franceses asistir de manera inmediata al Presidente, pues en un primer momento se supuso que podía estar en posibilidad de ser atendido por estos galenos, pero ellos solo pudieron comprobar su deceso. Horas más tarde el doctor Gayraud, conjuntamente con los doctores Miguel Egas y Rafael Rodríguez, realizó la autopsia al presidente García Moreno, cuyo protocolo es, adicionalmente, una fehaciente demostración de la observación y la descripción, propias de la medicina forense de aquel entonces y, también, de origen francés.


Los médicos europeos traídos por García Moreno para que cumplieran una intensa actividad académica fueron, pues -a propósito de las contradicciones de la vida-, quienes debieron certificar su muerte, y en el caso de uno de ellos, para practicarle la autopsia, que dejó un recuento pormenorizado de los daños anatomo-clínicos provocados en la víctima por parte de quienes perpetraron el crimen el 6 de agosto de 1875.