OCT, 13, 2013
Germán Rodas Chaves
Publicado en La Hora: https://lahora.com.ec/noticia/1101575269/noticia
Este 9 de Octubre la Patria conmemoró 193 años de la Independencia de Guayaquil, cuya gesta marcó, de manera efectiva, la etapa final de la lucha anticolonial de la Audiencia de Quito que había iniciado tal trajín el 10 de agosto de 1809, momento en el cual los quiteños, fundamentalmente, intentaron promover sus aspiraciones frente a Lima y Bogotá, en tanto la lucha de los guayaquileños –11 años después–, respondió a afanes verdaderamente independentistas y autonomistas frente a la metrópoli española.
La figura de los sucesos en Guayaquil fue José Joaquín de Olmedo, quien junto a los militares venezolanos Miguel Letamendi, Luis Urdaneta y León de Febres Cordero promovieron que la guarnición militar guayaquileña asumiera plenamente una determinación a favor de la causa libertaria.
Al núcleo referido debe agregarse la presencia de lo que se ha dado en llamar la ‘elite local’ constituida por hacendados y prominentes comerciantes de la ciudad porteña como Jacinto Bejarano, el propio Olmedo, Antonio Elizalde, Lorenzo de Garaicoa, Vicente Ramón Roca, entre otros, cuyas perspectivas independentistas recibieron notable influencia de los acontecimientos similares que por entonces ya recorrían nuestra América.
Un rol trascendente cumplió en estas jornadas el Cabildo abierto de Guayaquil ante el cual Olmedo se posesionó como Jefe Político de la provincia, mientras el coronel peruano Gregorio Escobedo fue designado como Jefe Militar.
Un mes después de los hechos comentados en estas líneas, la Asamblea de representantes de la provincia, –que expidió una ley para el funcionamiento de la provincia libre–, constituyó una Junta de Gobierno presidida por José Joaquín de Olmedo e integrada por Rafael Ximena, Francisco María Roca y Francisco Marcos.
La ley para el funcionamiento de la provincia declaró su “entera libertad para unirse a la grande asociación que le convenga de las que se han de formar en la América del Sur”. Esta posición de los dirigentes de las jornadas independentistas de 1820 en Guayaquil habría de dificultar, casi inmediatamente, los intentos realizados por el general Antonio José de Sucre, para que Guayaquil ingresara a formar parte de lo que se llamaría, luego, la Gran Colombia.
El ingreso de Guayaquil a Colombia solamente fue posible cuando después de la Batalla de Pichincha, en mayo de 1822, los notables quiteños resolvieron su anexión a Colombia, de la misma manera que unas semanas antes lo habían decidido los cuencanos y una vez que Bolívar, haciendo uso de la fuerza, llevó a Guayaquil a formar parte de lo que se llamó el distrito del sur de Colombia.
Cuando el 13 de mayo de 1830 el distrito del Sur se separó de Colombia se creó un nuevo Estado que asumió el nombre de Ecuador, país nacido, por todo lo aseverado, en medio de enormes diferencias regionales, económicas, culturales e históricas. Dicha diversidad, –a contrapelo–, constituye hoy la riqueza sustantiva del Ecuador para edificar el Estado Nacional y, en este entorno, favorecer el bienestar de su pueblo.